viernes, 7 de junio de 2019
Hábitos y rutinas, necesarias para los bebés
Las rutinas son una forma de enseñarle a un niño, joven y, más adelante, adulto cuáles son sus derechos y deberes, a respetar los límites, a contar con la seguridad necesaria para obtener, de manera responsable, lo que desea, a ser disciplinado, organizado y a vivir sanamente en una sociedad.
Sí, todo esto se logra cuando al niño se le enseña a dormir a determinada hora, a comer en lugares precisos y con horarios más o menos fijos, a cuidar su cuerpo, a asearlo, a hacer de los hábitos cotidianos de aseo, alimentación y sueño momentos que se comparten con los padres y que se cumplen a diario con amor por sí mismos y por los demás. Antes se pensaba que estos hábitos debían ser impuestos a la fuerza y que hacían del niño un ser disciplinado. Por fortuna hoy se tiene claro que se deben llevar a cabo con amor, con naturalidad y, sobre todo, con el ejemplo. Si los padres comparten estos momentos con los niños, les enseñan muchísimo más que con cantaletas diarias.
Las rutinas hacen parte de un principio de organización mental, de esquemas que permiten que el niño entienda y aprenda que existe un momento y un espacio para cumplir determinada conducta como, por ejemplo, comer, dormir, bañarse o lavarse los dientes.
Es en los primeros años de vida cuando se tiene mayor receptividad y se da un aprendizaje duradero, por esto la importancia de enseñarles a través de actos repetitivos y constantes. Con las rutinas, los niños interiorizan tareas elementales y también complejas. Aprenden a guardar sus juguetes después de haberse divertido con ellos, a tocar instrumentos, a practicar deportes e incluso a predecir lo que va a suceder luego de determinada situación; es decir, a relacionar una acción con su consecuencia, explica María Martínez, psicóloga clínica.
Es en los primeros años de vida cuando se tiene mayor receptividad y se da un aprendizaje duradero, por esto la importancia de enseñarles a través de actos repetitivos y constantes. Con las rutinas, los niños interiorizan tareas elementales y también complejas. Aprenden a guardar sus juguetes después de haberse divertido con ellos, a tocar instrumentos, a practicar deportes e incluso a predecir lo que va a suceder luego de determinada situación; es decir, a relacionar una acción con su consecuencia, explica María Martínez, psicóloga clínica.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que todas las personas tienen unos rasgos temperamentales que los identifican y que reflejan la forma en la que pueden llegar a reaccionar con respecto a una situación determinada. Es importante que los padres identifiquen cuál es el carácter de sus hijos, y cuál será entonces la mejor manera de aplicar rutinas. Unos niños requieren más paciencia que otros, algunos aprenden más fácilmente.
Además, no todas las familias son iguales. Cada una debe respetar su propia forma de ver la vida y su estilo de convivencia, pero sí es clave que los padres sean conscientes de la importancia de las rutinas y de compartirlas con los hijos.
Además, no todas las familias son iguales. Cada una debe respetar su propia forma de ver la vida y su estilo de convivencia, pero sí es clave que los padres sean conscientes de la importancia de las rutinas y de compartirlas con los hijos.
Cuando los niños han crecido un poco, es bueno que los padres disfruten aunque sea una comida del día con sus hijos. También pueden inventarse rutinas como leer antes de dormir, o conversar siempre cinco minutos luego de la comida, o contarse el día por teléfono una vez el niño llega a la casa. Todas estas formas de relacionarse que se hacen cotidianas y repetitivas le ayudan al niño a organizarse en su vida.
Alimentación:
Durante los primeros seis meses de vida, por lo general los niños se alimentan de leche materna; una vez introducidos nuevos alimentos, es bueno empezar a organizar al bebé. En primer lugar, la hora de la comida no debe ser una batalla; y ser constantes en el horario y lugar donde se brindan los alimentos. El horario es vital porque organiza los procesos biológicos en todo lo relacionado con el sistema gastrointestinal y nutricional.
Evite los espacios distintos al comedor, para que el niño asocie este lugar con alimentación; que nunca coma frente al televisor, menos con juguetes. La comida no debe ser premio o castigo; tampoco una forma de entretención.
Evite los espacios distintos al comedor, para que el niño asocie este lugar con alimentación; que nunca coma frente al televisor, menos con juguetes. La comida no debe ser premio o castigo; tampoco una forma de entretención.
Sueño:
El número de horas de sueño está directamente relacionado con el desempeño académico, la capacidad de concentración y de resolución de problemas, entre otras cosas.
El pequeño debe aprender a reconocer que su cuna o cama es sinónimo de reposo. Para eso, el ritmo de vida por las noches debe ser más tranquilo con el bebé; es bueno bajar un poco la luz del cuarto o de la casa en general. Puede bañar al niño antes de dormir, esto lo relajará, o también hacerle un masaje. Acueste a su hijo siempre en su cuna, no lo duerma frente al televisor, mantenga los horarios.
El número de horas de sueño está directamente relacionado con el desempeño académico, la capacidad de concentración y de resolución de problemas, entre otras cosas.
El pequeño debe aprender a reconocer que su cuna o cama es sinónimo de reposo. Para eso, el ritmo de vida por las noches debe ser más tranquilo con el bebé; es bueno bajar un poco la luz del cuarto o de la casa en general. Puede bañar al niño antes de dormir, esto lo relajará, o también hacerle un masaje. Acueste a su hijo siempre en su cuna, no lo duerma frente al televisor, mantenga los horarios.
Higiene y orden:
Los hábitos de aseo garantizan la salud de los seres humanos, mejoran la apariencia personal y, a su vez, permiten tener una mejor aceptación en una comunidad. Es posible que en algunos casos resulten aburridas para el menor, por lo que será responsabilidad de los padres hacer de estas unas actividades divertidas. Juéguele mientras lo baña, invente historias para mostrar los problemas que trae no lavarse los dientes, por ejemplo.
Recojan juntos los juguetes, deje que él acompañe a sus padres mientras organizan la casa. A medida que crezca, involucre a su hijo en las actividades de aseo diarias de la casa. A los niños les gusta imitar. Pueden bañarse juntos y enseñarle a limpiar su cuerpo.
Los hábitos de aseo garantizan la salud de los seres humanos, mejoran la apariencia personal y, a su vez, permiten tener una mejor aceptación en una comunidad. Es posible que en algunos casos resulten aburridas para el menor, por lo que será responsabilidad de los padres hacer de estas unas actividades divertidas. Juéguele mientras lo baña, invente historias para mostrar los problemas que trae no lavarse los dientes, por ejemplo.
Recojan juntos los juguetes, deje que él acompañe a sus padres mientras organizan la casa. A medida que crezca, involucre a su hijo en las actividades de aseo diarias de la casa. A los niños les gusta imitar. Pueden bañarse juntos y enseñarle a limpiar su cuerpo.
Lenguaje del bebé 6-12 meses: comunicación intencional
De los 6 a los 12 meses, el bebé empieza a comunicarse de forma más intencionada. Las características principales de esta etapa del desarrollo del lenguaje.
En este período, el niño empieza a hacer gestos que indican claras
(Te interesa: Las etapas del lenguaje del niño)
Además, tendrás que tener en cuenta dos aspectos fundamentales que marcarán los progresos de tu hijo:
• A esta edad, el niño reacciona al oír su nombre, imita los sonidos de los animales y los producidos por algunos objetos (el “brum-brum” del coche, el “miau” del gato, el “guau”del perro, etc.). Esta etapa está caracterizada por la “lalación”, es decir, la repetición de sílabas. Asimismo, el pequeño ya es capaz de comprender unas 50 palabras de uso común, así como órdenes simples.
• En esta etapa del desarrollo, hay que prestar una especial atención a algunas señales: si el pequeño no desarrolla una serie de gestos orientados a la comunicación, no entiende órdenes simples, como “dame el juguete”, “di adiós” o “da palmitas”, y tampoco emite ninguna sílaba, es preciso consultar con el especialista.
Durante estos meses, también es conveniente que empieces a explicarle cuentos muy sencillos, le cantes canciones y le pongas música. No solo le relajará o divertirá, sino que su cerebro ya irá almacenando toda esa información. A largo plazo, verás cómo se acuerda, tararea e, incluso, que se la repitas una y otra vez hasta la saciedad.
Lenguaje del bebé 0-6 meses: lenguaje preintencional
Nada más nacer, el bebé empieza a comunicarse. ¿Cómo? Mediante el llanto, los suspiros y a través de las expresiones del rostro y de todos los sonidos y gorjeos que emite.
Estas formas de “lenguaje” sirven para llamar la atención de los adultos, para expresar un estado de ánimo o para manifestar una necesidad, por ejemplo, sueño o hambre.
(Te interesa: Las etapas del lenguaje del niño)
De hecho, durante estos primeros meses, muchos papás nos sorprendemos al entender que dicen algo así como 'ajo'. Nos hace mucha gracia, pero en realidad no está diciendo nada, es un simple balbuceo. Por tanto, la comunicación durante esta etapa con nuestro bebé tenga, siempre, como punto de partida su llanto y la comunicación no verbal que producirá a través de sus gestos y expresiones. Además, deberás tener en cuenta lo siguiente:
• En los primeros cuatro meses de vida, el pequeño aprende a reaccionar a la voz de su mamá, a la que reconoce y prefiere entre todas las demás. Asimismo, fija su rostro, sonriendo y emitiendo sonidos. De los cuatro a los seis meses, empieza a interesarse también por los objetos.
• En esta etapa del desarrollo lingüístico, es conveniente que la mamá le hable con calma y con tono cariñoso, para captar su atención e interactuar con él. No hay que preocuparse si el niño no posee todavía un amplio repertorio de vocalizaciones. Sin embargo, hay que prestar una especial atención si el pequeño no sonríe, no produce ningún sonido o no reacciona cuando la mamá le habla. En este caso, deberás consultar con su pediatra para descartar cualquier problema.
Piensa que, desde que nace y hasta los seis meses, el bebé está 'despertando' de su nacimiento y su vida se limitará a comer, dormir y hacer sus necesidades. La etapa del lenguaje, por tanto, se encuentra todavía en una fase muy embrionaria.
• En los primeros cuatro meses de vida, el pequeño aprende a reaccionar a la voz de su mamá, a la que reconoce y prefiere entre todas las demás. Asimismo, fija su rostro, sonriendo y emitiendo sonidos. De los cuatro a los seis meses, empieza a interesarse también por los objetos.
• En esta etapa del desarrollo lingüístico, es conveniente que la mamá le hable con calma y con tono cariñoso, para captar su atención e interactuar con él. No hay que preocuparse si el niño no posee todavía un amplio repertorio de vocalizaciones. Sin embargo, hay que prestar una especial atención si el pequeño no sonríe, no produce ningún sonido o no reacciona cuando la mamá le habla. En este caso, deberás consultar con su pediatra para descartar cualquier problema.
EL DESARROLLO DE UN BEBE
El desarrollo de un bebé es un proceso apasionante, un camino hacia el crecimiento del niño que, en muchas ocasiones, genera dudas en las mamás y los papás, sobre todo, cuando se trata de su primer hijo. En esta guía del crecimiento del bebé, te ofrecemos toda la información relacionada con el desarrollo psicofísico de tu pequeño, mes a mes, para orientarte sobre las diferentes etapas del crecimiento.
El desarrollo de los sentidos, los hitos del desarrollo y los tiempos en los que se producen, la alimentación del bebé, desde la lactancia hasta la introducción de todos los alimentos distintos a la leche, el sueño del niño, los trastornos y los inconvenientes físicos y psíquicos más habituales en la primera infancia. Asimismo, te aconsejamos sobre todos los cuidados básicos del recién nacido, el bebé y el niño, desde el nacimiento hasta los dos años. Hablamos también del bienestar de tu bebé, cómo proporcionarle los cuidados que le benefician, le estimulan y favorecen un desarrollo equilibrado.
Si necesitas una agenda del crecimiento del bebé, estás en el lugar adecuado. Infórmate de forma periódica y tendrás una guía práctica que siempre podrás consultar, para estar tranquila cuando dudes y con la seguridad de tener una información veraz y contrastada sobre el desarrollo de tu bebé. ¡Estamos encantados de acompañarte en esta preciosa etapa de la vida!
El desarrollo de los sentidos, los hitos del desarrollo y los tiempos en los que se producen, la alimentación del bebé, desde la lactancia hasta la introducción de todos los alimentos distintos a la leche, el sueño del niño, los trastornos y los inconvenientes físicos y psíquicos más habituales en la primera infancia. Asimismo, te aconsejamos sobre todos los cuidados básicos del recién nacido, el bebé y el niño, desde el nacimiento hasta los dos años. Hablamos también del bienestar de tu bebé, cómo proporcionarle los cuidados que le benefician, le estimulan y favorecen un desarrollo equilibrado.
Si necesitas una agenda del crecimiento del bebé, estás en el lugar adecuado. Infórmate de forma periódica y tendrás una guía práctica que siempre podrás consultar, para estar tranquila cuando dudes y con la seguridad de tener una información veraz y contrastada sobre el desarrollo de tu bebé. ¡Estamos encantados de acompañarte en esta preciosa etapa de la vida!
martes, 4 de junio de 2019
EL DESARROLLO DEL BEBE
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